SÍNTOMAS
Desde que se ha introducido la determinación de PSA, el diagnóstico precoz ha pasado a formar parte de la práctica clínica habitual. Es decir, muchos pacientes con cáncer de próstata se diagnostican cuando todavía no presentan ningún tipo de sintomatología relacionada con el tumor.
En aquellos pacientes en los que no se realiza un chequeo del PSA, el cáncer de próstata se detecta cuando se realiza un tacto rectal o porque el paciente acude a su médico debido a la presencia de sintomatología genitourinaria.
Cuando en el examen rectal (tacto rectal) se palpa una próstata asimétrica, indurada y con nódulos se debe descartar que exista cáncer de próstata. Cuando la próstata es simétrica y regular la sospecha inicial es que el paciente presente una hiperplasia benigna de próstata.
En algunos casos, debido a la presencia del tumor el paciente puede sentir urgencia por miccionar con bastante frecuencia. En estos casos, las “nicturias” o micciones nocturnas suelen ser también muy habituales. Sin embargo, estos síntomas no son específicos del cáncer de próstata, ya que también aparecen en pacientes que tienen hipertrofia benigna de próstata.
La disfunción eréctil también obliga a descartar la existencia de cáncer de próstata, ya que el tumor puede afectar al tejido que está junto a la próstata (periprostático), el cual contiene los nervios y las arterias, los cuales son los responsables de la disfunción eréctil cuando están dañados. La aparición de sangre en la orina (hematuria) o en el esperma (hematoespermia) son síntomas infrecuentes de presentación del cáncer de próstata.
Otros síntomas genitourinarios que pueden presentar los pacientes con cáncer de próstata son:
- Dolor o ardor en la micción
- Dificultad para orinar
- Eyaculación dolorosa
Por último, algunos pacientes debutan con síntomas relacionados con la existencia de metástasis, como puede ser, por ejemplo, el dolor óseo.