Añadir la terapia hormonal abiraterona al inicio del tratamiento del cáncer de próstata puede hasta aumentar un 37 % las probabilidades de supervivencia después de los tres años.

Este tratamiento, también llamado terapia de privación de andrógenos (ADT) tiene como objetivo reducir los niveles de las hormonas masculinas, llamadas andrógenos, en el cuerpo o, evitar que estas hormonas afecten a las células cancerosas de la próstata.

Actualmente, los pacientes cuyo cáncer se ha diseminado a los tejidos circundantes reciben solo un tipo de terapia hormonal. Esto consigue bloquear la acción de la hormona sexual masculina testosterona, que fomenta el crecimiento del tumor.

Investigadores de la Universidad de Birmingham han llevado a cabo un ensayo clínico a finales de 2017, en el que involucraron a 1.900 hombres, cuyos resultados determinaron que este nuevo tratamiento – abiraterona- apaga la producción de la hormona masculina. El avance representa una de las mayores reducciones de muerte para los cánceres de adultos.