Tres horas a la semana de ejercicio físico practicando actividades deportivas tales como jugar al tenis, nadar, trotar o montar en bicicleta permiten mejorar la condición de aquellos hombres diagnosticados con cáncer de próstata. Inclusive la actividad física moderada resulta realmente beneficiosa para el paciente “aunque sean 15 minutos por día, ya sea caminar, trotar o andar en bicicleta” afirma Stacey A. Kenfield , Universidad de California San Franciso, Departamento de Urologia, investigadora principal del estudio publicado por el Journal of Clinical Oncology en el que se analizaban los beneficios de la actividades físicas en aquellos hombres que presentaban esta patología.

La frecuencia, intensidad, duración y progresión de cada actividad deportiva han de ser adaptadas a cada caso para que resulten beneficiosas para el paciente.

La Escuela Universitaria de Enfermería de la Universidad de Girona sostiene que el ejercicio para el paciente con cáncer de próstata es beneficioso tanto a nivel físico como emocional pero la clave está en la adherencia al mismo “El ejercicio de fuerza-resistencia re­duce la fatiga y aumenta el nivel de fit­ness muscular en hombres con cáncer de próstata. La motivación y estimula­ción de la adherencia de los interesados es fundamental para mantener los efec­tos a largo plazo. Además, supone una estrategia activa para afrontar los agen­tes estresantes amenazadores durante el cáncer. “

Los beneficios de la actividad física son evidentes para el paciente aunque estos deben ser adaptados y consensuados con un equipo profesional que permita realizar un seguimiento adecuado.