Dr. Zarco, en su blog http://juliozarco.com comenta que los médicos tienen que ser personas imaginativas, creativas, capaces de innovar y generar liderazgo en su vida y en su profesión. ¿El médico de atención primaria tendría que ser el primer escaño en “crear conciencia de la medicina preventiva”, liderar, por así decirlo, esa enseñanza al paciente de que es más importante prevenir que curar?

La medicina actual se ha tecnificado de manera importante alcanzando grandes logros en materia terapéutica y curativa. Sin embargo, presupuestariamente no se designan importantes partidas para las medidas preventivas. En iguales términos la Atención Primaria, el ámbito asistencial más cercano a la población y que debería fomentar los procesos de prevención, promoción y educación para la salud, no solo está infrapresupuestada, sino que además adolece de una cierta parálisis en la innovación de iniciativas poblacionales y en materia de prevención. Políticamente tiene más impacto mediático y político inaugurar un nuevo tomógrafo de emisión de positrones que realizar una acción de promoción de la salud en adolescentes. Por otra parte, la gran presión asistencial de la AP hace que esta se rinda y entregue al victimismo y apatía de ser los » pobres del sistema».

Entonces Dr. Zarco ¿podríamos decir que la medicina actual, ha desistido en su papel de querer curarlo todo, para ser más comprensible y centrarse más en prevenir o, en casos donde sea irremediable, cronificar la enfermedad?

La alianza estratégica de la AP con el paciente es necesaria para apuntalar acciones preventivas de impacto poblacional. Para ello tanto médicos como enfermería deben recuperar el concepto de «cultura de la salud» que posibilite dedicar el 40/50% de su actividad en acciones preventivas, tanto individuales como grupales y poblacionales. Por otro lado, debemos ayudar a vertebrar la sociedad civil consiguiendo una profesionalización y organización de las asociaciones de pacientes. Fomentar la información y la formación de pacientes, potenciar los procesos de paciente experto y la incorporación activa de los pacientes en la toma de decisión de sus procesos, son elementos cruciales para cimentar una alianza estratégica entre AP y pacientes.

Entonces, ¿cómo cree qué se debe capacitar al paciente, qué técnicas o estrategias nos permitirían alcanzar este objetivo basado en el rigor y la sensatez?

El paciente por definición no acude al médico, si no le duele o preocupa algo. De aquí que los pacientes no estén mentalizados de que deben pasar revisiones rutinarias que posibilitan la detección de enfermedades de alta prevalencia. Las mujeres tienen más interiorizadas sus revisiones ginecológicas, sus mamografías e incluso las revisiones rutinarias de empresa. Por el contrario, los hombres cultural y socialmente no están concienciados de que deben someterse a determinadas revisiones rutinarias que pueden descubrir enfermedades en fases muy iniciales, cuando aún «no duelen» y eso redundará en resolver estos problemas en sus fases iniciales. Al igual que una mujer a partir de los 50 años debe hacerse una mamografía de rutina porque eso facilita poder detectar a tiempo tumores, los hombres deben hacerse rutinariamente una sencilla revisión que posibilitaría la detección de uno de los procesos oncológicos más frecuentes en el hombre: el cáncer de próstata.

Es habitual escuchar la frase de “no, no, sí yo me encuentro bien, no necesito ningún tipo de revisión médica” ¿Por qué nos cuesta más acudir al médico para prevenir que para curar? ¿cómo se debería romper esa barrera?

Todos los hombres sabemos que debemos vigilar nuestra próstata, al igual que las mujeres deben vigilar su útero y sus mamas. Sin embargo, los hombres no tienen la cultura de las revisiones generales periódicas y mucho menos revisar su próstata pues, aun teniendo la información, su creencia en los mitos de que deben someterse a un «doloroso tacto rectal» para que el médico le toque la próstata, lo «humillante» y doloroso de este proceso, hace que pocos hombres sigan sus revisiones rutinarias. 

Para ello hay que dar información veraz. En primer lugar, los hombres, al igual que las mujeres, debemos someternos a las revisiones periódicas que, según nuestra edad y según criterio médico, se nos aconsejen. Si seguimos los criterios médicos, podremos tener garantía de una mayor expectativa de vida llena de salud y calidad.

Es curioso que en pleno siglo XXI, todavía nos de vergüenza admitir que hemos sido sometidos a determinadas pruebas, sobre todo para el hombre. Por ejemplo, las pruebas rutinarias de exploración de próstata les resultan incómodas y desagradables. Usted como médico y como hombre, ¿a qué cree que se debe?

Hoy en día las revisiones rutinarias de próstata a partir de los 50 años, y antes si hay antecedentes familiares de cáncer de próstata, son indoloras, rápidas y eficaces. En muchos casos un simple análisis de sangre y una ecografía suelen ser suficientes.

Venga, “con un par” ¿se somete usted a revisiones rutinarias?

Yo soy de la opinión de que los médicos debemos predicar con el ejemplo, por ello debo confesar que, dada mi edad, me he sometido a mi revisión rutinaria y no sólo me he realizado una simple prueba que detecta un posible cáncer de colón, sino que he revisado mi próstata que está en excelente estado.

¿Podríamos decir que los hombres cada vez están más concienciados en acudir a revisiones voluntarias o piensa que aún estamos lejos de conseguir ese objetivo?

Los hombres debemos vencer esta absurda vergüenza y revisarnos la próstata a partir de los 50 años. Por otro lado, e independientemente de la edad, si observamos que orinamos con mucha frecuencia, que no nos es fácil aguantarnos para orinar, nos resulta difícil comenzar a orinar, el chorro de la orina no es fluido, se corta o no es fuerte y tenemos pérdidas de orina sin darnos cuenta, es importante hacer una consulta al médico. Esa sencilla consulta puede resolver problemas importantes futuros.

Y para concluir, ¿qué papel juega, a su juicio, una publicación como HA en la enseñanza de la medicina preventiva?

Este tipo de publicaciones son fundamentales para llegar a los hombres y sensibilizarles de que cuiden de su salud. El principal interesado en cuidar de tu salud, eres tú mismo. Los ciudadanos debemos responsabilizarnos de nuestra salud y este tipo de publicaciones no sólo informan y dan formación, sino que normalizan situaciones que nos ayudarán a ser y estar más sanos. 

Yo como hombre solo puedo decirte a ti, hombre, que cuides de tu salud, que sigas los consejos de tu médico y que te informes y responsabilices de tu vida, así serás más feliz y vivirás más y mejor.

 

“Debemos ayudar a vertebrar la sociedad civil consiguiendo una profesionalización y organización de las asociaciones de pacientes. Fomentar la información y la formación de pacientes, potenciar los procesos de paciente experto y la incorporación activa de los pacientes en la toma de decisión de sus procesos”

Julio Zarco – Médico de familia y profesor de Psiquiatría y Psicopatología de la Universidad Complutense de Madrid