El cáncer de próstata es una enfermedad que se comporta de manera agresiva. El tratamiento debe ser individualizado según el riesgo de cada paciente.

Cuando la enfermedad está localizada se emplean tratamientos específicos basados en cirugía o radioterapia, solos o combinados con terapia hormonal. Los tratamientos locales han mejorado de forma considerable en los últimos años en eficacia, confortabilidad y seguridad.

Algunos pacientes de bajo riesgo pueden tener un enfoque conservador, llamado vigilancia activa que se basada en evaluación periódica del PSA, exploración rectal y biopsia.

La cirugía de próstata tiende a realizarse mediante laparoscopia, con un breve postoperatorio y una rápida recuperación. Puede emplearse también un sistema quirúrgico laparoscópico robotizado que utiliza un dispositivo remoto desde el cual el cirujano efectúa una cirugía de alta precisión.

La radioterapia también puede emplearse como tratamiento curativo exclusivo. Se suele administrar mediante haces de radiación altamente dirigidos y adaptados a la forma de la región a tratar. El tratamiento se verifica diariamente mediante técnicas de imagen. Otra forma de irradiación es la braquiterapia; se coloca en el interior de la próstata de manera permanente o transitoria unas fuentes de radiación. La braquiterapia puede combinarse con la radioterapia externa para obtener mejores resultados.

Los pacientes con cáncer de próstata de alto riesgo mejoran su respuesta si al tratamiento local de radioterapia se le une la supresión de la producción de la hormona masculina testosterona.

Las perspectivas de tratamiento en el cáncer de próstata en sus diferentes formas se han ampliado mejorando las posibilidades de curación, la preservación de la calidad de y la supervivencia de los enfermos.

Dr. Luis Alberto Glaría Enríquez. Oncólogo Radioterápico. Coordinador médico de GenesisCare Talavera de la Reina y Toledo.