En la actualidad se puede decir que las patologías relacionadas con la próstata suelen tratarse como un tema tabú y los pacientes tienden a sentirse estigmatizados. Sin embargo, la mayoría de los hombres serán diagnosticados en algún momento de su vida con alguna enfermedad relacionada con su próstata, puesto que esta pequeña glándula es el núcleo de tres problemas importantes de la salud de los hombres:
- La Hiperplasia Prostática Benigna (HPB), que es un tipo de tumor benigno que dificulta la micción y que suele ser más común conforme la edad es más avanzada.
- Prostatitis, que es una inflamación dolorosa de la próstata, generalmente causada con infecciones en el tracto urinario.
- El cáncer de próstata, que es el tipo más común de cáncer en los varones.
El principal problema radica en que estas patologías no son excluyentes entre sí: es decir, el hecho de haber sufrido una HPB o una prostatitis no exime al paciente de poder desarrollar un cáncer de próstata en el futuro.
En el momento del diagnóstico el médico suele tener en cuenta la historia clínica previa en relación a la próstata. Por eso es importante estar informado y formado sobre el significado y el alcance de estas tres enfermedades para poder desarrollar un rol más proactivo de cara a la enfermedad.
En la actualidad, existen tratamientos efectivos para tratar la enfermedad y sus síntomas. Incluso el cáncer de próstata, cuando es detectado en un estado inicial, es tratabla – generalmente sin causar pérdida del control urinario o de la función sexual. De hecho, muchos casos de cáncer de próstata pueden no requerir tratamiento y pueden ser seguidos a través de revisiones activas a pautar por el profesional sanitario.
Existen ensayos clínicos en estos momentos que tratan de comprender mejor que tipo de cánceres de próstata necesitan ser tratados de manera agresiva con radiación y cirugía y en cuáles se pueden prorrogar los tratamientos o, directamente, no tratar. Por primera vez en la historia de la medicina, nos encontramos en un punto en el que podemos entender cómo mantener un cáncer de próstata avanzado a raya, incluso por un período de años.
Hiperplasia prostática benigna
Este es un tipo de patología que la mayoría de los hombres desarrollarán a lo largo de su vida, tanto más cuanto más avanzada sea la edad.
Esta enfermedad casi inevitable llamada Hiperplasia Prostática Benigna o, por sus siglas, HPB, consiste básicamente en un agrandamiento de la próstata. El riesgo de padecer HPB incrementa con la edad a partir de los 40 años: un 20% de los pacientes con 50 años la tiene; un 60% de los hombres con más de 60 años; y el 70% de los hombres con más de 70 años.
Es muy importante resaltar que la HPB no es un tipo de cáncer y que el hecho de tenerla no significa que un hombre tenga más o menos tendencia a desarrollar un cáncer de próstata. Son dos enfermedades distintas que se producen en diferentes zonas de la próstata.
La palabra clave de esta enfermedad es “BENIGNA”. Hiperplasia se refiere a un aumento de células dentro de la próstata que causa un aumento en el tamaño de la misma. Por si solo, un aumento de la próstata no causa síntomas y no genera problemas de salud. Si no fuera por el hecho de que la próstata rodea forma un círculo alrededor de la uretra, la HPB no requeriría tratamiento.
Sin embargo, un 25% de los pacientes diagnosticados de HPB puede requerir tratamiento una o más veces en su vida para eliminar la obstrucción urinaria que esta patología puede producir.
Prostatitis
La prostatits es una enfermedad dolorosa provocada por la inflamación de la próstata y que se debe, generalmente, a una infección bacteriana.
Aproximada 1 de cada 4 casos de hombres que presentan problemas urológicos en consulta, sufren una prostatitis. 1 de cada 2 hombres tendrán una prostatitis al menos una vez a lo largo de su vida.
Generalmente, el principal problema de la prostatitis es el dolor en la zona del perineo (el área entre el recto y los testículos). Puede producir dolor durante la micción y/o la eyaculación, así como sangrado en la orina.
La prostatitis es una enfermedad benigna que desaparece en el momento que la infección es controlada. No es un cáncer y el hecho de tener prostatitis no significa tener un cáncer a lo largo de la vida del paciente. No siempre se puede curar, pero sí tratar sus síntomas.
Los antibióticos son el medicamento más efectivo para tratar esta patología.
Cáncer de próstata
El término “cáncer” se refiere a un conjunto de enfermedades que tienen en común un crecimiento incontrolado del número de células y del fallo en los mecanismos de crecimiento y muerte de las mismas.
En el caso del cáncer de próstata las células, en vez de desarrollarse y morir normalmente, viven más tiempo y forman masas de células aberrantes conocidas comúnmente como tumores. Existen dos tipos de tumores:
- Primarios, que son los tumores originales.
- Secundarios, que son aquellos que se originan a distancia a partir de los tumores primarios.
En la mayoría de los casos, el cáncer de próstata es generalmente de crecimiento lento, lo que significa que suele tardar varios años en desarrollarse lo suficiente como para poder ser detectado, y mucho más generar una metástasis, es decir, una diseminación a otros órganos ajenos a la próstata.
Un pequeño porcentaje de hombres es diagnosticado de cáncer de próstata agresivo y de crecimiento rápido. Hoy por hoy es difícil saber con certeza qué tipo de cánceres de próstata serán indolentes o agresivos, lo cual puede, en un primer momento, complicar las decisiones sobre el tratamiento del mismo.